JOAQUIN SABINA

Estas fotos ya se han visto bastante en los medios, pero en la web podéis ver de material inédito y os cuento un poco como lo vivimos.

La sesión la realizamos en Cardedeu (Barcelona). La idea de Joaquín era aparecer con un instrumento (Saucefon) en una playa.
Nosotros hacia pocos días que llegábamos de Cádiz de una sesión a los Andy y Lucas, justo en la playa, y no nos parecía bien trabajar allí, por repetición y porque es un lugar trillado y difícil de controlar.
Luego, junto con Paco Amate, estuvimos viendo que “tono” le veíamos a la sesión y queríamos tener un espacio neutro, donde Joaquín destacara claramente, pero sin olvidar que el espacio nos tenía que crear un mundo singular y que fuera muy propio de Sabina.

Ni playas, ni naves abandonadas, ni estaciones, ni nada de esto nos funcionaba, porque Sabina es Sabina y cualquier localización, aunque bonita, parecía gratuita.
La cuestión era vestir, no disfrazar, con el espacio.
Paseando por Cardedeu vi un jardín deshabitado, con un aire atemporal, que nos daba el habiente que queríamos. Después de comentarlo con Joaquín y de no renunciar a la playa, se decidió, un poco por los pelos, hacer la sesión en el jardín de esta casa.

La idea que le vendimos fue que para tener algo más que la playa, empezáramos en el jardín, donde el descubriría el Sauzefon. Después de descubrirlo la intención es que Joaquín lo tocara en una especie de teatrito hecho con simples telones, donde despues nosotros “añadiríamos” una playa intencionadamente de manera pictórica, que a mi gusto quedaría mas sugerente que una playa real. La sesión estaba previsto acabarla en la playa (por si acaso lo otro no gustaba), que sería donde aparecería Joaquín después de traspasar los telones.
Todo este aire de telón pintado, de artesano, de ocres de jardín, y color “madera” nos gustaba y me encajaba mucho con la idea que tengo de Sabina, una persona con recorrido, con “textura”.
Como os podéis imaginar el dia de la sesión había un poco de incertidubre. La noche antes tuvimos que atrasar bastantes horas la convocatoria, ya que la luz que incidía en el jardín no funcionaba hasta bien entrada la tarde, y era un error tener muchas horas a Joaquín esperando a que se “hiciera la luz”.
También Lena, ayudante de Joaquín, nos comentaba pocas horas antes que si ha Joaquín no le gustaba el jardín, probablemente nos pediría ir directamente a la playa, y como os podéis imaginar, llevar todo a una playa de golpe, sin permisos era sinónimo de fracaso asegurado. Todo pasaba porque les gustara lo que les habíamos montado.
Al medio día llegaba Joaquín, que es un pincel el tío, flaco, con una ropa a medida, y con una presencia indiscutible. Le encanto el lugar y por fin nos poníamos a trabajar.
Revisaba junto a Jime las primeras imágenes, y rapidito se quedó tranquilo. Paciente y profesional, se dejo hacer. Creo que realmente es una gran persona, y sólo hacía comentarios positivos que nos ayudaron a tener la confianza que a veces te hace falta.
Realmente la sesión la disfrutamos, nos pegamos 6 horitas seguidas, y una cena pendiente con Serrat parecía que era lo único que distraía a Sabina. Y también fue lo que se lo llevó.
Joaquín estaba contento con las fotos y pronto descartó por completo la opción de la playa y quedamos que haríamos algunas pruebas con postpo, mas que nada para quitárnos la duda. Estas pruebas se descartaron pero aquí podéis ver estos descartes de Joaquín:

Los descartes de fondos

Boceto inicial de David, donde habrían muchos Sabinas, tambien se descartó

La sesión fue muy sencilla, María de frutos, Lluis Lligadas y Martín Ramiro fueron los ayudantes. Del maquillaje se hizo cargo Jime y tal como acordamos con Joaquín, el vestuario era el suyo. El artista Darío Aguilar nos dejó algunas telas y la preciosa bola de letras que aparece en alguna foto y casi todos los objetos son de los escenográfos Castells, que pintaron las telas posteriores y con ello, pudimos conseguir el “tono” deseado. Aquí teneis unas imágenes del montaje y makin.

No quiero acabar sin agradecer el trabajo de una persona fundamental en esta sesión. Lena, ayudante de Joaquín, és una persona formidable, generosa, y tremendamente profesional que facilitó el trabajo en los días previos, los cambios de ideas, los timing, y todo lo que surgía con una tranquilidad y tacto difícil de encontrar en este oficio. Junto a Jimena, preguntaron, comentaron y aconsejaron con total respeto a nuestro trabajo. Joaquín Sabina sabe juntarse de lo mejor.
También agradecer la libertad que nos dio Alex y Sony Music.


Enlace sesión

Fotografia: David Ruano y Paco Amate

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